El eterno septiembre de los soplapollas varios

Iniciado por Recolectando, Agosto 20, 2007, 10:58:30 PM

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Recolectando

¿Quién no se ha cruzado alguna vez con esos conductores que al volante de su buga se transforman de hombre masa en auténtico mameluco de la carretera?   Estos seres minúsculos, cuando se ubican bajo la carrocerí­a,  confunden los caballos de potencia de su máquina con otros tipos de poderí­o que ellos no tienen, pero sueñan tener.   La conducción desboca sus hormonas y experimentan placer apabullando al sufrido personal que anda (porque andando se llegarí­a antes) atascado en algún cinturón de ronda o en alguna autopista de pago.  Para anularles basta con desproveerles de su sí­mbolo fálico de cuatro ruedas, si él dejan de ser presuntuosos caracoles y se convierten en la real babosa, vulnerable y nada impune, que son.

Mutaciones similares padecen algunos Hulk de pacotilla en la red.  Es así­ desde los viejos tiempos de la Usenet, cada nuevo septiembre se incorporaban nuevos pazguatos a las universidades que, envalentonados por el anonimato que les brindaba la virtualidad, entorpecí­an los debates con conductas infantiles, auténticos héroes Marvel de la pedorreta.  Este fenómeno, mientras la red fue de uso exclusivo de los universitarios se corregí­a hasta su extinción al finalizar septiembre.  Cuando en 1993 AOL abrió las puertas de la comunicación mediada por ordenador (COM) al conjunto de la población nunca más volvió a finalizar septiembre y los petimetres gritones y su contaminación aumentaron en progresión geométrica.   Es lo que se conoce como subida al escenario de los Trolls.

Sobre los Trolls en Internet es todo un clásico el artí­culo de Timothy Campbell, ya traducido al castellano (http://cronopios.net/Traducciones/trolls.es.html).  Se trata de un ensayo de fácil lectura y eminentemente útil.   Catorce años después de la eclosión de Internet, es mucha la gente que sufre un particular sí­ndrome de Estocolmo, en parte porque son los bienpensantes pequeñoburgueses los primeros que pudieron gozar de la red de redes y su actitud “buenrrollista” fue el caldo de cultivo idóneo para el crecimiento y multiplicación de estos parásitos que se alimentan de fagocitar la buena convivencia sembrando discordias e iniciando discusiones estériles y estultas plagadas de ruido de fondo y que tienen por deporte la ofensa y la humillación de aquellos que eligen como cobayas para probar las reacciones cutáneas del vertimiento e su incontinencia infantil.  Se trata de seres pervertidos que no llegan a reconocerles auténtica naturaleza humana a sus interlocutores, les toman como una especie de sombras virtuales.  Lo bueno, o serí­a mejor decir lo malo, es que esa percepción de no-totalmente-real la tienen una inmensa mayorí­a de usuarios que acaban aceptando a los Trolls como animal de compañí­a, como un incordio inevitable dadas las caracterí­sticas del medio.  Y no se toman cartas sobre el asunto, es tan fea la palabra ‘censura’, tan cacofónica, tan poco progre (pido disculpas de antemano a Redneck).   Como bien señala Campbell en el artí­culo reseñado, por irrisorias que nos parezcan estas conductas petardas, este gamberrismo internáutico, la verdad es que no son pocas las veces que logran su objetivo: desanimar a un número importante de habituales de un espacio que acaban por abandonar el lugar.  Por otra parte, los Trolls, como las tormentas, electrifican el entorno, de modo que no es extraño ver como otros hilos se envenenan y las interacciones acaban siendo crispadas, insulsas y banalmente epsilón (aunque los últimos fichajes de este arépoga de la vida son tan compulsivos que ascienden inmediatamente de categorí­a).   Si la comunidad es pequeña puede llegar a disgregarse o, en su defecto, a enredarse en luchas intestinas o discursos mataforiles que duermen a las ovejas.   Es necesario, pues, tomar conciencia de la real amenaza que suponen los Trolls en relación a la beneficiosa supresión de fronteras y prejuicios que puede aportar Internet.  Aunque no nos sintamos molestos en especial por este tipo de intervenciones debemos apear nuestros particularismos en aras del establecimiento de un canal desprovisto de obstáculos que facilite la comunicación.

¿Qué hacer y qué no hacer ante la irrupción de un Troll? Cito directamente a Casmpbell:

  "¿Qué se puede hacer con los trolls?
Cuando sospeche que alguien es un troll, puede intentar responder con un mensaje educado y suave para ver si simplemente es alguien que está de mal humor. Los usuarios de Internet dejan a veces que sus pasiones se liberen al sentirse seguros sentados delante del teclado. Si ignora su elevado tono de voz y les responde de una manera agradable, normalmente se calman.
Sin embargo, si la persona se empeña es ser bruta, y parece disfrutar siendo desagradable, la única postura efectiva se resume en lo siguiente:
La única manera de tratar con trolls es limitar su reacción a recordar a los demás que no respondan a los trolls.
Si intenta razonar con un troll, él gana. Si insulta a un troll, él gana. Si le chilla a un troll, él gana. Lo único que los trolls no pueden aguantar es que se les ignore.
Qué no hacer
Como ya se dicho, es inútil intentar «curar» a un troll de su obsesión. Pero quizás simplemente no pueda aguantar el ambiente hostil que crea el troll y quiera irse un tiempo.
Si lo hace, por el bien de los demás usuarios del sistema, no enví­e un dramático mensaje de despedida. Esto convencerí­a al troll de que está ganando la batalla. El mensaje más dañino que pueda escribir en un foro es quizás el anuncio de que lo deja por la hostilidad que el troll ha encendido.
Si siente que debe decir algo, un discreto mensaje al operador del sistema (y a algunos de los demás usuarios, si tiene sus direcciones de correo electrónico) es lo mejor que puede hacer. A propósito, si escribe la carta en un estado de agitación, es buena idea esperar una hora y después darle un último repaso antes de enviarla realmente. Eso le puede ahorrar el dolor de decir cosas que no piensa realmente a gente que le gusta."


Se trata, en suma, de no retroalimentarles: don’t feed the troll.    Si los habituales de un foro condenan al más radical ostracismo al inadaptado antisocial el reto queda en manos del webmaster, administrador y moderadores, pues un troll si no recibe los ansiados tomatazos de su público redoblará sus esfuerzos; nuevamente lo ilustro con una cita:

"El moderador de un foro puede no ser capaz de borrar inmediatamente los mensajes de un troll, pero su trabajo se hace mucho más duro si también tienen que leer numerosas respuestas a trolls. También se ven forzados a decidir si borrar o no los mensajes de gente bien intencionada que tengan el efecto no pretendido de animar al troll.
Algunos webmasters tienen que aguntar que usuarios concienzudos les digan que están «actuando como dictadores» y que nunca deberí­an borrar ni un solo mensaje. Esta gente puede estar mal informada: pueden haber llegado a su opinión sobre el troll basándose en los mensajes que ven, sin darse cuenta jamás de que el webmaster ya ha borrado su material más horrendo. Recuerde que un troll tiene de hecho una alternativa si tiene algo de valor que decir: hay servicios en la red que facilitan sistemas de mensajes gratuitamente. De modo que el troll puede crear su propio foro, en el que puede tomar sus propias decisiones sobre el tipo de contenido que va a tolerar.
Quizás el reto más difí­cil para un webmaster sea decidir si tomar medidas contra un troll al que algunas personas encuentran entretenido. Algunos trolls tienen una chispa creativa y han decidido desperdiciarla perturbando. Hay un cierto placer perverso en observar a algunos de ellos. En última instancia, sin embargo, el webmaster debe decidir si el troll se preocupa de montar un buen espectáculo para los participantes usuales, o si simplemente actúa para una audiencia de una persona: él mismo."


No hay que temerle a la palabra borrado, como tampoco a la palabra expulsión ya sea temporal o definitiva, puesto que el manido recurso a la sufrida libertad de expresión con el que cualquier cretino puede llenarse la boca, es fácilmente rebatible, vuelvo a apoyarme en Campbell:

“La respuesta definitiva al argumento de la libertad de expresión es éste: aunque podemos tener derecho a decir más o menos lo que queramos, no tenemos derecho a decirlo donde nos dé la gana. Quizás sienta intensas emociones sobre el hecho de que su vecino no haya cortado el césped desde hace dos meses, pero eso lo da derecho a reprenderlo en su propio cuarto de estar. De modo similar, si un webmaster le dice a un troll que no es bienvenido, el troll no tiene «derecho» a quedarse.”

Mi propia experiencia y observación me hace constatar que ese ingenio mal empleado llega a despertar simpatí­as, de modo que no es inusual que los impresentables acaben siendo í­dolos con su propio club de fans pidiéndoles un hijo suyo.  Si bien el administrador ha de ser tolerante, es decir, permisivo con quienes no tiene capacidad suficiente para discernir lo correcto de lo incorrecto, con esa ingenua, por llamarla de algún modo, claca, la actitud del resto de la comunidad ha de ser para los abducidos la misma que para el  OFNI (objeto forero no identificado): a saber, el ostracismo.

Nadie les va impedir que creen sus propios centros de reunión, invito desde aquí­ a todos los trolls,  pseudotrolls y animadoras varias con pompones incluidos, a que funden un foro que bien podrí­a llamarse: "Escoria humana por reciclar".  Y allí­ que se despollen, digo se destripen, a gusto.

lunes, 20 de agosto de 2007

Dan


Recolectando

Tranqui, Dan, son más los foros cuya historia queda reflejada en este texto.  En todas partes cuecen habas, quizás la única diferencia es que, por la particular idiosincrasia aeropagita, para que se detecte aquí­ al troll, este tiene que ser tan desmelenado como aquella pandilla de Veguistas que tuvo "a bien" asentar sus posaderas por aquí­.

Besos,

Mon


Panzerfaust

Yo aún recuerdo que a algunos el Veguismo le parecí­a una forma de expresión como otra cualquiera.

En el Areópago hasta hemos tenido trolls institucionales.

Upear, por los cojones mí­os!!!!

Rednuts

Tú no tienes convicciones porque tú eres de Málaga

Dolordebarriga

Me parece tremendamente estúpido darle importancia al comportamiento de alguien en un foro público. Que cada cual haga lo que le pase por los santos cojones (o divinos  ovarios).

Molestarse por el proceder de un forero es, a mi entender, de memo.

Pero bueno, si tú te vas a tirar de los pelos, me mandas un mechón.

Tú, a la seño vas!!!;

Dolordebarriga
"Yo siempre documento lo que digo"

Recolectando

Cita de: Dolordebarriga en Agosto 30, 2007, 03:12:39 AM
Me parece tremendamente estúpido darle importancia al comportamiento de alguien en un foro público. Que cada cual haga lo que le pase por los santos cojones (o divinos  ovarios).

Molestarse por el proceder de un forero es, a mi entender, de memo.

Pero bueno, si tú te vas a tirar de los pelos, me mandas un mechón.

Tú, a la seño vas!!!;

Dolordebarriga

Brillante razonamiento, quedo rendida a tus pies por la apabullante fuerza de tu oratoria.  Nunca vi a nadie argumentar mejor sus puntos de vistas, cuánta ausencia de lugares comunes, qué sentencias tan profundas, cómo estimulas mi intelecto y me mueves a reflexionar y a matizar mis puntos de partida.

Tú di que sí­, la vida siempre, siempre, está en otra parte.  Espero que seas una persona coherente y apliques los mismos criterios en todos los ámbitos.  Si en tu escalera se instala un vecino que cada dí­a, sistemáticamente, pone música cañera a todo volumen a las cuatro de la madrugada, te deseo que en la reunión de vecinos les dejes a todos admirados diciendo aquello de: "que cada cual en su casa haga lo que le salga de sus santas gonadas".

Saludos,

Mon

Tejemaneje

#8
Cita de: Dolordebarriga en Agosto 30, 2007, 03:12:39 AM
Me parece tremendamente estúpido darle importancia al comportamiento de alguien en un foro público. Que cada cual haga lo que le pase por los santos cojones (o divinos  ovarios).

Molestarse por el proceder de un forero es, a mi entender, de memo.

Pero bueno, si tú te vas a tirar de los pelos, me mandas un mechón.

Tú, a la seño vas!!!;

Dolordebarriga

Esto es completamente absurdo. Ya se ha tratado aquí­ en varios hilos. Esas actitudes se dan en personas que se toman de una forma inmadura la comunicación mediante el ordenador, inmadura en el sentido de que debido al anonimato y la facilidad que da "hablar" desde casa o el trabajo no se percatan de que esto es un medio de comunicación como cualquier otro. Si aplicásemos tu opinión al teléfono te parecerí­a algo estúpido, o a la radio de radioaficionados, si tal cosa sigue existiendo, por poner dos ejemplos donde puedes hablar con "desconocidos", ya sea por motivos laborales, de ocio etc. Lo mismo hay que aplicar aquí­, con la salvedad de que esto es un medio de comunicación en el fondo más completo que los que he mencionado, aunque más "lento".

Un foro público equivale en cierto modo a una especie de tertulia. En este caso sobre temas variados. Las peculiaridades de internet lo diferencian de una charla en una cafeterí­a pero al igual que en ese caso hay personas que vierten sus opiniones, que rebaten, que insultan, que alaban... si consideras que al otro lado hay un hombre o una mujer, no veo los motivos -es más, no los entiendo- que hacen posible que no le des importancia al proceder de un forero, ya sea en una conversación habitual donde te responde o por su actitud general en el foro, si hablamos de alguien que por su proceder estorba o impide su funcionamiento normal.

En realidad tu opinión no tiene sentido, ya que si no hay que darle importancia al proceder de un forero en un foro, ¿qué haces en un foro? Imagina que dijeses que no hay que darle importancia al proceder de tus tertulianos en la tertulia del café, o a la del tipo que te llama por teléfono para comprarte el coche. Pues nada, si eso te parece coherente...

Gatinho

Yo diferenciarí­a claramente entre dos tipos de troll, el aceptable y el inaceptable. El primero es aquél que aporta información/opinión al debate, sean cuáles sean sus formas. De hecho, en muchas tertulias siempre hay alguno que no puede razonar sin insultos, blasfemias, ataques personales, etc... (por lo menos, en los bares de mala muerte y en los que reciben la señal de canales de TV españoles desde hace menos de quince años, siempre hay alguno). Seguro que todos conocéis gente así­ en la vida y no por ello dejáis de relacionaros con ellos, yo al menos no. En este apartado podrí­amos englobar al añorado Miozib, los comienzos de Markus o el prematuramente desaparecido Impí­o, que operaban de forma poco convencional, pero siempre aportando no sólo opiniones, sino también humor, en muchas ocasiones del bueno.

Por otro lado, los inaceptables se definen con la palabra 'spam'. Aquí­ englobarí­amos las fotos sin sentido ni relación con la conversación o el copypasteo de ladrillos también sin venir a cuento con el tema de debate. Son aquellos que basan sus mensajes en lo que en una tertulia de carne y hueso denominarí­amos ruido, como si alguien se dedicara a tocar el claxon mientras otros debaten a su lado sobre cualquier cosa, comportamiento que en la vida real relacionarí­amos con el de un oligofrénico o similar, con los que razonar es perder el tiempo.

Así­ que por mi parte: trolls aceptables, siempre en mi foro.
Hoy, mañana, y siempre... con el Barí§a... en el corazón.

Recolectando

Cita de: Gatinho en Agosto 30, 2007, 02:48:07 PM
Yo diferenciarí­a claramente entre dos tipos de troll, el aceptable y el inaceptable. El primero es aquél que aporta información/opinión al debate, sean cuáles sean sus formas.

(...)

Así­ que por mi parte: trolls aceptables, siempre en mi foro.

Tal distinción no es pertinente, y me explico.  El nombre Troll designa un tipo de conducta muy concreta, tal vez yo en mi escrito no lo haya logrado trasmitir, pero Campbell sí­ nos da una defición concisa; si la distinción no es pertinente, se debe a que, quien aporte información (ya sea simple opinión o conocimiento documentado), no es un Troll, aunque sea punzante, sarcástica, vehemente o incluso acalorada su forma de intervenir.

Sí­ me parece verdaderamente acertado incluir dentro de las conductas perturbadoras propias de un Troll todo ese tipo de intervenciones que, no es que desví­en el hilo de un debate, sino que directamente lo interrumpen con interferencias, ya sean fotografí­as que no viene a cuento, copypastes que no introduzcan datos de interés, o las tí­picas frasecillas propias de un chat de adolescentes, esto último lo añado yo.  Del mismo modo que añado que ante todo este tipo de intervenciones que pueden ser calificadas directamente de ruido que impide la correcta circulación de la comunicación, yo secundarí­a la plataforma pro una moderación Nazi del amigo Tejemaneje.

Punto y aparte requiere el tema de los insultos y descalificaciones gratuitas.   Si bien su uso circunstancial no implica que nos hallemos ante un Troll, sí­ quebrantan las más elementales normas de convivencia, la cortesí­a, que tampoco debe estar ausente en la red.  Son varias las páginas dedicadas a la exposición y explicación de la netetiqueta, sirva como ejemplo la siguiente (que es válida pese al tufillo de moralina que desprenden algunos de sus comentarios):

http://www.albanet.com.mx/articulos/NETIQUETTE.htm

No toda opinión es respetable, pero sí­ lo es toda persona, por fuera de razón que estén puestas sus palabras.  No vale aquí­ el "argumento" tí­pico de: "a mí­ me la trae al pairo que Pepita llame hijoputa a Periquito y encima le miente a toda su parentela".  Por mucho que mandemos nuestras colaboraciones desde nuestra soledad compartida con nuestro teclado, estamos vinculándonos a un grupo y, por tanto, tenemos la obligación de ser responsables ante él.  Los Derechos Humanos son ergaomnes, es decir, de aplicación a todos los sujetos, y a todos nos compete impedir que se violen, por mucho que esa violación no sea más que un metafórico meter un dedo en ojo ajeno con la bobita pregunta, ¿molesto?

Besos,

Mon

Gatinho

Más a mi favor si ni tan siquiera consideras trolls a los "vehementes". Básicamente estamos de acuerdo, es sólo un problema de definición de nomenclaturas. Por ello, la Plataforma por una moderación nazi es bastante sugerente, sí­.
Hoy, mañana, y siempre... con el Barí§a... en el corazón.

Oddball


firmado

Yo, por si acaso, desde ya mismo me declaro judí­a.

Dolordebarriga

CitarEn realidad tu opinión no tiene sentido, ya que si no hay que darle importancia al proceder de un forero en un foro, ¿qué haces en un foro? Imagina que dijeses que no hay que darle importancia al proceder de tus tertulianos en la tertulia del café, o a la del tipo que te llama por teléfono para comprarte el coche. Pues nada, si eso te parece coherente...

Un foro ni es una tertulia de café ni un encuentro de radioaficionados, su idiosincracia es completamente diferente. Un foro, aun público, es mucho más selectivo y siempre puedes prescindir de leer aquellos mensajes de los foreros que no te agraden. Os va a sangrar la úlcera de seguir así­.

Tú, yo nunca me leo a mi mismo;

Dolordebarriga

"Yo siempre documento lo que digo"