Hilo sagrado de la cerveza

Iniciado por Tejemaneje, Octubre 08, 2007, 03:48:22 PM

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Tejemaneje

Historia de esta bebida maravillosa, datos, noticias, recomendaciones, lugares donde se tira bien, todo aquí­ para aquellos que no concebimos ya la vida sin una caña en la mano. Empiezo con un artí­culo de un arqueólogo cordobés especializado por afición en comida y bebida en la antigí¼edad, a lo que llama arqueogastronomí­a:

SAN ARNAULFO DE SOISSONS-ALEJANDRO IBíNEZ

TAL vez por sobredosis hay ciertos temas de eso que llaman la vida espiritual,en lo que, hace años, anda uno que no creen ni en la materia. Pero una cosa es una cosa y otra cosa es estar del todo descarriado como un perro negro que anda sin rumbo.Y viene a cuento esta reflexión a causa de que en estos dí­as se celebra la Fiesta de la Cerveza y aquí­ no mostramos el más mí­nimo respeto por su patrón, San Arnaulfo, y no San Miguel, como algún interesado quiere hacernos creer.

Sin riesgo de de ser exagerados, puedeafirmarse que los orí­genes de esta bebidason más antiguos que la Historia escrita. Desde el 3000 a. n. e. la cerveza está enrai-zada en las costumbres de las más anti-guas y dispersas civilizaciones: Sumeria,Egipto, Babilonia, dinastí­as chinas, Incas... Siempre a través de la maceración desus cereales: maí­z y mandioca en América,sorgo en ífrica, arroz en India, mijo enChina y cebada en Europa.San Arnaulfo nació en Soissons en 1087 y se le atribuye haber reducido una epidemia de cólera en Francia mediante la reco-mendación de sustituir, como bebida, el agua por la cerveza que, al fabricarse con agua hervida, estaba higienizada. La verdad es que hasta hace muy poco el consumo de alcohol entre la población, incluidala infantil, era la única forma de hidratar el cuerpo pues las aguas en general estaban muy contaminadas. Por esta razón parece que nuestros antepasados siempre andaban bebiendo más de la cuenta, no porque todaví­a no se hubiesen inventado los controles de alcoholemia.

A nuestro simpático Arnaulfo también han queridosacarle otro competidor como patrón cervecero, otro obispo del mismo nombre pero nacido en Metz. Su patronazgo se debepor un milagro acaecido durante la procesión del traslado de sus reliquias, en el mes de julio del año 642. Se cuenta que hací­a un calor terrible y se habí­a termina por primera vez el lúpulo a la cervezen el convento de San Ruperto, fundado por la benedictina Santa Ildegarda,que tuvo la ocurrencia de dar un toque amargo a la cerveza que tomaban. Durante siglos se mantuvo el secreto del cultivo y la producción extra-monacal se castigó con pena de excomunión. No será hasta el siglo XIII cuando, tal vez por una monja renegada, se filtró al exterior el descubrimiento. Los monjes no se quedaban atrás, y entre otras cosas inventaron un famoso plato denominado par de huevos fritos del fraile, que constaba, contra toda lógica matemática, de tres piezas.

En esta época losmonjes sin graduación tení­an derechoa tres huevos, los priores a cuatro y elabad a seis, mientras que en ciertosconventos las monjas tení­an derecho a (¡seis litros! de cerveza al dí­a).Otro asiduo en este asunto es Gambrinus, conde de Flandes en el sigloXIII, que dicen inventó la cerveza (¿y los sumerios?). Pero también dicen quevivió trescientos años y que antes demorir dijo: ¡Si hubiera bebido más cerveza hubiera vivido más¡ La cosa no está muy clara porque el invento es una leyenda urbana de taberna en la que dicen que apostó con el diablo que era capaz de hacer un vino sin uvas. Pongamos al señor conde en su sitio ysi algún mérito se merece sea el de descubridor de los poderes antioxidantesde la cerveza, por aquello de vivir tantos años. Nuestras loas a los inventores, quienes fueran. La evolución trajo a la perfección este lí­quido refrescante. La involución el bendecir el agua para ver si así­ se acababa con los gérmenes. ¡Santo patrón, lí­branos de los carí­simos efectos colaterales del dichoso biocombustible!,

ferdinand

El otro dí­a probé la cerveza de barril barata del Lidl. 5 litracos, a seis euros. Le pones una pegata de Heineken y cuela de largo.
¡Viva Alemaña!

Dan

Hoy he comprado una negra de Damm que es un tanto demoní­aca. A ver a qué sabe. En el puto Carrefour no venden ímbar, que lo sepa todo el mundo. Asquerosos.


grsd

Compra la Voll Damm, mariquita.

En Carrefour aquí­ yo sí­ he encontrado la Ambar, o en el Alcampo no lo recuerdo, de todos modos busca en la sección del Gourmet, no es un néctar para ignorantes y el pueblo llano.

Eustaquio

Aprovecho este hilo para preguntar si alguien tiene idea de dónde se puede conseguir cerveza Jupiler sin que el desplazamiento me suponga más problemas que coger un avión a Bruselas.
Gracias.

Dan

Cita de: garsed en Octubre 08, 2007, 10:43:54 PM
Compra la Voll Damm, mariquita.
En Carrefour aquí­ yo sí­ he encontrado la Ambar, o en el Alcampo no lo recuerdo, de todos modos busca en la sección del Gourmet, no es un néctar para ignorantes y el pueblo llano.

He comprado seis del cabrón negro ése, y otras seis de la que dices. A ver qué tal.

Me acabo de dar cuenta de que el Carrefour de Logroño no es tal, sino que está en Viana, Navarra. Y esos jodidos, con tal de dar mal, no saben qué hacer. Navarro ni de barro, ni no sé cómo sigue.

antibalas

La otra mañana, en la fila de un procedimiento burocrático infernal, un brasileño me insistí­a en que su cerveza favorita en España era una tal ímber. Y yo despreciándolo con mueca aria, será Amstel, cacho analfabeto, y además un asqueroso por beber eso.

Así­ que resulta que existe la Ambar. Y estará rica encima, por lo que os leo.

javi

La ímbar la he probado un par de ves (en Eroski la tienen) y no estaba mal, pero la Voll-Damm no me gusta mucho.

Para los que gusten de cervezas tirando a suavecitas, la japonesa Keirin.
Running is life. Anything before or after is just waiting

Dan

Cita de: javi en Octubre 08, 2007, 10:55:34 PM
La ímbar la he probado un par de ves (en Eroski la tienen) y no estaba mal, pero la Voll-Damm no me gusta mucho.

Mieeeerda. Menos mal que también he comprado limón.

Antibalas, la ímbar básica es una cerveza normal, con gusto propio, pero no un asco como la Cruzcampo, que menudo castigo para Andalucí­a, con lo majos que son. A mí­ es la que más me gusta porque he pasado veinte años bebiéndola en exclusiva, casi (o más, que dice mi madre que de crí­o, en las cenas con sus anarcolegas, habí­a que echarme un ojo para que no me bebiera los posos). Hay variaciones con más cuerpo y tal, como la Export y alguna gaita clásica que sacan a veces con recetas del abuelo alemán que la inauguró y tal. En Navidad me enví­an una felicitación, más majos...

Recolectando

Cerveza de Munich


El comunista Karl Marx hizo observar hace más de 150 años que «la cerveza es un alimento básico de la gente de Munich». No le queremos, ni le podemos contradecir. Pero el reconocimiento de la cerveza como alimento básico se hizo mucho más antes. La historia de la cerveza bávara tiene sus orí­genes en la Edad Media remota: en el año 815, así­ lo anota el historiador de cerveza muniqués más importante, Gerhard Merk, el diácono Huezzi del pueblo Fí¶hring -- hoy un barrio muniquense -- hací­a entrega de una carretada de su calderada a su superior, el obispo de Freising.
 

Tardó unos 300 años más hasta que Heinrich der Lí¶we (Enrique el León) fundó la ciudad de Munich al lado de una colonia de monjes en 1158. La cultura de la cerveza de Munich fue de un nivel asquerosamente bajo durante la Edad Media: plantas como la murta, el romero, el  laurel, y el comino se mezclaron con la cocción de la cerveza, mezclada con agua y venenada con la corteza de árboles y semilla de piña. Para decirlo francamente: la cerveza de Munich era una soserí­a sin igual.

El entonces duque de Baviera, Albrecht IV, compartió la misma opinión. Por lo tanto, ratificó un decreto revolucionario, el mandamiento de la pureza de Munich de 1487, el reglamiento más antiguo en la fabricación de la cerveza: «De nada más que de lúpulo, de cebada, y de agua la cerveza se debe refinar.» -- No antes del siglo 18, se añadió un acelerante del proceso de la fermentación alcohólica: la levadura.

El hijo del duque, Guillermo IV, levantó el decreto de su padre al nivel de una ley en 1516, que llegó a aplicarse en toda Baviera. La celebre ley bávara del mandamiento de la pureza -- siguiendo en vigor en contra de todas legislativas modernas de la Unión Europea -- habí­a nacido.
 

La cerveza Hofbrí¤u y la lucha contra incendios

  El 14 de enero de 1823, el teatro nacional de Munich se incendió durante una representación. Hizo tanto frí­o que las conducciones de aguas y las bocas de riego estaban congeladas. Por lo tanto no hubo otra opción que la de utilizar la cerveza del edificio vecino, el Hofbrí¤uhaus, para salvar el teatro. Con miles de litros de cerveza las llamas se pudieron extinguir, la opera nacional se encontró en borrachera consumada -- en toda la extensión de la palabra. Muy a menudo, Alemania -- y sobre todo Baviera -- se relacionan con la palabra «cerveza». Pero no es verdad que fuimos los alemanes que hayamos inventado aquella bebida tan apreciada en todo el mundo. Las tradiciones más antiguas de la producción de la cerveza datan del cuarto milenio antes de Jesucristo. El proceso de la fermentación se debe haber descubierto por la comunidad de los sumeros en el paí­s de los dos rí­os, entre Éufrates y Tigris. Se sabe que se solí­a beber cerveza en Egipto y en Babilonia.

Por lo tanto, la referencia a la fábrica de cerveza más antigua del mundo queda un poco dudoso. Mucha gente proclama que la primera cervecerí­a se fundó por los frailes benitos del monasterio de Weihenstephan en 1040. Aquella cervecerí­a sigue existiendo, y se recomienda más que nunca: ocho tipos diferentes de cerveza de presión se sirven en Weihenstephan.

En 1363 los burgueses de Munich rompieron el monopolio de los monjes. Uno de ellos, el señor Seidel-Vaterstetter, fundó la primera cervecerí­a de Munich, la legendaria Franziskaner-Brí¤u. En 1591 se instaló la cervecerí­a probablemente más conocida del mundo, la Hofbrí¤uhaus,  en el centro de Munich bajo la tutela de su mentor Guillermo V. Hay que anotar que la cerveza de esa cervecerí­a tan celebre provocó a la gente den Munich hasta los lí­mites: por decreto de la corte se fabricaba una cerveza de moda del norte de Alemania, Einbecker Dunkles de la región de Braunschweig. Pero las protestas encendidas se callaron rápidamente. Los ciudadanos aceptaron la cerveza norteña por su sabor fino.
 

Hoy en dí­a sólo seis de los cienes de cervecerí­as que habí­a en Munich han sobrevivido. La historia actual de la cerveza se define por la Paulaner, la Hacker-Pschorr, la Spaten-Franziskaner, la Lí¶wenbrí¤u, la Augustiner, y la Hofbrí¤u. Durante los años, estas seis han inventado muchos tipos de cerveza. Pero sólo dos de ellos han logrado un éxito permanente en el mercado: la Mí¼nchner Helle (la «rubia muniquesa»), y sobre todo la WeiíŸbier (la «cerveza blanca»), que ocupa el segundo puesto respecto a ventas en el mercado alemán, detrás de la Pils (la «cerveza de Pilsen»). La WeiíŸbier es una cerveza especial con restos de levadura, inventada por Georg Schneider a base de la fermentación en botella. 
 

Terminando esta corta historia de la cerveza de Munich uno debe mencionar que los ciudadanos muniquenses siguen con la misma afición a la cerveza como la enseñaban hace unos mil años. Primer testigo de tal afición es la «Fiesta de la Cerveza» -- la Oktoberfest --, acontecimiento popular no sólo en Munich, Baviera, y Alemania, sino en todo el mundo. 


http://www.alemania-online.de/geografia/cerveza.shtml

Para esto de la cerveza los alemanes, tá claro.  Aunque Chequia no se queda atrás, la mejor cerveza negra que he probado la tomé en Praga, ya no recuerdo en qué cervecerí­a, lo que sí­ recuerdo es que indicaba la carta que tení­a 11º y pasaba suave como el agua.

Adjunto mi churrimangui escrito sobre la Hí¶ffbrauhaus:

Mostaza dulce

¿Quién dirí­a que el bandoneón nació en Alemania? Mientras toca lo acompañan otros instrumentos y una voz, trayendo a nuestros oí­dos una música que suena metálica e invita a ser coreada. Aplausos en las largas mesas de madera donde se nos despierta el apetito en compañí­a de variopintos extraños. Estamos en la Hí¶ffbrauhaus que, si acaso no es la cervecerí­a más antigua del mundo, sí­ es, al menos, la más famosa.

No dejaremos que las doce campanadas del mediodí­a repiquen en nuestro estómago estando aún vací­o, nos afanaremos, antes, en pedir nuestras Weissburts: salchichas blancas de ternera y cerdo con su gustillo humeante, flotando en su sopera de agua hirviendo. Y las saborearemos dándoles color con la SusíŸent; ese oxí­moron culinario, la mostaza dulce, granulada y oscura, que no pierde su fuerte regosto avinagrado, pero nos dejará una nota final en el paladar sorprendentemente dulzona, cuando acabemos de degustarla.

No podremos concentrarnos en nuestras impresiones gustativas porque la vista nos pedirá paso para que nos podamos embobar con el desfile de miles de MaíŸ; esas jarras de litro servidas a una velocidad de vértigo por los camareros, que las llevan de ocho en ocho. ¡Y sin bandeja! Esa visión sembrará la duda a nuestras papilas cuando nos enfrentemos con la carta de bebidas. Pedir una cerveza en Munich es tan poco preciso como pedir, a secas, un hilo en una mercerí­a. ¿Schwarzbier, Dunless, Pills, Helles, Weissbier? ¿Fermentación alta, fermentación baja? ¿Malteada, de trigo? Elijamos lo que elijamos, nos daremos un gusto. ¡Prost!





Lacenaire

Por mucho que me repatee el orgullo patrio , nuestra cerveza es agí¼illa del canario cuando se la compara con lo que se pimplan los anglosajones.Sleemans y Kokanee , la hostia en verso.Dos pintas y ya vas tajado .

Dan

De ahí­, Lacenaire, que nosotros seamos más sociales. Pasamos la tarde bebiendo con los amigos. Ellos a la tercera ya han pasado la exaltación de la amistad y están casi de cabeza en el váter.

Lo raro es que, así­, los americanos no sean los reyes de la sociabilidad, porque en café y cerveza, pa matarlos.

Gonzo

La Bock Damm esa no es precisamente agua chirlie. Con una ya estás chispa.

Cita de: ferdinand en Octubre 08, 2007, 07:58:55 PM
El otro dí­a probé la cerveza de barril barata del Lidl. 5 litracos, a seis euros. Le pones una pegata de Heineken y cuela de largo.
¡Viva Alemaña!

La última cerveza mierdosa barata del Lidl tiene bastante más calidad y mejor sabor que el meado de vaca ese.


Dan

Cita de: Torquemada en Octubre 08, 2007, 11:33:25 PM
La Bock Damm esa no es precisamente agua chirlie. Con una ya estás chispa.

Pues si eso es cierto han ganado un cliente. Que con la ímbar básica siempre tengo alguna otra para variar algo.

servus

#14
Cita de: Mon en Octubre 08, 2007, 11:11:52 PM
Cerveza de Munich


El comunista Karl Marx hizo observar hace más de 150 años que «la cerveza es un alimento básico de la gente de Munich». No le queremos, ni le podemos contradecir. Pero el reconocimiento de la cerveza como alimento básico se hizo mucho más antes. La historia de la cerveza bávara tiene sus orí­genes en la Edad Media remota: en el año 815, así­ lo anota el historiador de cerveza muniqués más importante, Gerhard Merk, el diácono Huezzi del pueblo Fí¶hring -- hoy un barrio muniquense -- hací­a entrega de una carretada de su calderada a su superior, el obispo de Freising.
 

Tardó unos 300 años más hasta que Heinrich der Lí¶we (Enrique el León) fundó la ciudad de Munich al lado de una colonia de monjes en 1158. La cultura de la cerveza de Munich fue de un nivel asquerosamente bajo durante la Edad Media: plantas como la murta, el romero, el  laurel, y el comino se mezclaron con la cocción de la cerveza, mezclada con agua y venenada con la corteza de árboles y semilla de piña. Para decirlo francamente: la cerveza de Munich era una soserí­a sin igual.

El entonces duque de Baviera, Albrecht IV, compartió la misma opinión. Por lo tanto, ratificó un decreto revolucionario, el mandamiento de la pureza de Munich de 1487, el reglamiento más antiguo en la fabricación de la cerveza: «De nada más que de lúpulo, de cebada, y de agua la cerveza se debe refinar.» -- No antes del siglo 18, se añadió un acelerante del proceso de la fermentación alcohólica: la levadura.

El hijo del duque, Guillermo IV, levantó el decreto de su padre al nivel de una ley en 1516, que llegó a aplicarse en toda Baviera. La celebre ley bávara del mandamiento de la pureza -- siguiendo en vigor en contra de todas legislativas modernas de la Unión Europea -- habí­a nacido.


Cuando en los 80 la Comisión europea demandó al estado alemán por ir en contra de la libre circulación de mercancí­as en la EU al prohibir la venta de bebidas extranjeras bajo la denominación de cerveza si no cumplí­an el mandamiento de pureza, uno de los argumentos que dio la defensa fue que mire usted, que en Baviera hay gente que se trinca 15 jarras al dí­a de cerveza y tenemos que asegurarnos de que no les vamos a dar cualquier cosa. el higado dejaremos que se lo destrozen, pero con cerveza de la buena y sin aditivos, ¡faltarí­a más!