¿Esto es así, Icti? Porque sería bastante acojonante.
«Cuando la URSS se disolvió quedó abandonado en sus astilleros del Mar Negro un portaaviones cuya construcción se había detenido cuando faltaban por completar menos del 30% de los trabajos para su botadura. Este buque se fue oxidando, inútil por no tener motores ni buena parte de los equipos necesarios para navegar hasta que una empresa china se interesó por él: querían aprovechar el enorme espacio del casco para montar el casino flotante más grande del mundo.
La compañía china dedicada al entretenimiento compró el gigante inútil y ruinoso al Gobierno Ruso en 1999 y gracias a unos remolcadores holandeses pudo transportarlo hasta un astillero chino donde se llevarían a cabo los trabajos de reforma: instalar lujosos salones, las ruletas, entrenar a los croupieres para que no se mareen.
El viaje no fue fácil a nivel administrativo: Turquía limita el paso de unidades militares a través del Estrecho del Bósforo y Egipto impide el paso de buques de guerra sin propulsión por el Canal de Suez. Así, tras mucho negociar, el portaaviones remolcado pudo salir del Mar Negro atravesando Estambul porque, al fin y al cabo de militar sólo tenía el aspecto y no iba a ser más que una enorme atracción de feria. Los egipcios fueron más estrictos y le negaron el tránsito por Suez, así que el barco hubo de remolcarse a través de todo el Mediterráneo (gozosas las autoridades europeas de que algo tan divertido como un casino gigante atravesase sus aguas) para llegar a China rodeando África y Asia.
En 2002 el buque fue fotografiado por última vez ya en un dique chino, preparado para que todo ese óxido se convirtiera en luces de neón y para que su sala de máquinas pasase a ser una sala de máquinas... tragaperras.
Pero fue pasando el tiempo y mientras los ludópatas de todo el mundo se preguntaban qué había pasado con su monumento, los gobiernos occidentales se sorprendían de no encontrar el barco-casino por ninguna parte. Finalmente, en 2012 el Gobierno Chino anunció la botadura del buque. Los jugadores estaban ansiosos, en Las Vegas temían la competencia y sin embargo lo que apareció, en una multitudinaria ceremonia, fue un enorme portaaviones completamente armado: lanzamisiles, modernos motores, mejoras en la estabilidad del casco original, cazabombarderos en cubierta y todo lo necesario para plantar cara a los Nimitz americanos.»