Fíjate que ahora la veo y sí me parece 3D claramente. El Poder de las Fabes, debe de ser esto.
Y que venía en el autobús pensando que, sospechosamente, esa caderilla de habas (las fabes, again) encaja demasiado bien con el concepto de anatomía que tienen los japonoides que dibujan manga. Esto es, conclusión: parecía demasiado perfecta para un perro occidental, pero nada mejor que un nipón para pasar días sin dormir para poder hacer una cosa de éstas y después buscar algún tipo de agujero legal para casarse con ella. Suicidándose al comprobar que no lo hay. Atentos a sus programas favoritos de noticias frikis, que no puede tardar.