¿El fin de la lectura-lectura?

Iniciado por Scardanelli, Abril 28, 2008, 05:35:36 PM

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Scardanelli

¿PARA QUÉ TANTO LEER?
Vicente Verdú

El Paí­s (26 â€" 04 â€" 2008)

El libro constituye un bien tan significativo de una determinada cultura que esperar a que se lea cuando su sistema desaparece es lo mismo que reclamar que perviva una hormiga sobre una superficie de alquitrán. La vida de la hormiga es tan improbable en la Gran Ví­a como la vida del libro es exigua en el angosto y hasta alicatado ocio de la cotidianidad

El insecto queda exterminado sin infligirle un mal directo, pero no se reproducirá en la ciudad. Igualmente, el fin del libro y su lectura no proceden, en especial, de la educación deficiente, la impericia de las editoriales o una siembra de cizaña (¿televisión?, ¿videojuegos?) que lo matan directamente y de raí­z. Simplemente, la lectura va a menos porque no encuentra suelo donde arraigar ni espacio donde esponjarse.

La actualidad del mundo, la realidad de los intervalos de trabajo y tiempo libre, coinciden con una disponibilidad para leer tendente a cero. Y no se diga ya para leer a fondo. Los momentos en que aún se lee se obtienen de intersticios de una construcción cuya fachada central repele lo libresco como materia ajena a su iluminación natural. Se lee, efectivamente, en los cantones del sistema, en los estrechos itinerarios de transporte público, en los puentes o en las vacaciones, en los tiempos muertos.

Todo tiempo oreado y candeal se ocupa, generalmente, en otros gozos, sean los viajes, el sexo, Internet, las copas, los juegos en las pantallas, las cenas o los cines. ¿Tiempo para leer? Quien lee se extrae literalmente de la cadena nutricional reinante para insertarse en un nicho marginal. Todo lector, y tanto más cuanto más lo es, traza su fuga y, a su pesar, se convierte en fugitivo de la contemporaneidad.

Efectivamente, los lectores de Harry Potter y otros best sellers internacionales no abandonan el reino, pero ¿quién puede decir que encarnan al profundo lector? Son lectores mutantes que como la presunta clase de himenópteros futuros hallará albergue en el asfalto. No ya en la fisura del asfalto sino en el mismo piso puesto que esta tipologí­a no alude a un lector convicto, sino al libro de recreo importado de lo audiovisual. Son lectores de letras pero no letrados, siguen la lí­nea de la página pero según los patrones del hilo cinematográfico o del musical.

El resto, los lectores conspicuos que aún permanecen, son hoy trabajadores autónomos, artistas profesionales, jubilados, impedidos, enfermos, crí­ticos literarios, editores, directores de colección, traductores, autores. Fuera de ese ejército marcado y en declive creciente, apenas unas unidades más pueden sumarse al mundo lector.

Los libros, infantiles, juveniles, de autoayuda, de intriga, de salud, de consejos prácticos, de empresa, de texto, etcétera, componen la mayorí­a del tonelaje que trasladan todaví­a los contenedores del sector editorial y que pronto serán reemplazados masivamente por la superior eficiencia de las pantallas. No hay ocasión, pues, para complacerse en los libros literarios o en los libros del saber, ni tampoco una razón firme para confiar en su ventaja utilitaria.
En consecuencia, toda lectura de El Quijote con el ánimo de propagar la lectura como signo de salvación social no será sino la chusca representación de una función agotada y la teatralización de la impotencia. No se lee por El Quijote, no se lee siquiera por consejo o ejemplo de los padres, se lee cuando el bocado de tiempo que pertenece al libro procura sabrosas y efectivas sensaciones de placer. Sin embargo, para ello no basta cualquier tiempo marginal, contaminado o intersticial, ni tampoco el tiempo urgido o el intervalo fatigado del fin del dí­a. Quienes leemos y leen el libro no se alistan entre quienes se integran más y mejor, sino entre los que añoran ese producto que aprendieron saludablemente a paladear.

¿Escuelas gastronómicas para la lectura? Todas las escuelas gastronómicas se dirigen a acrecentar la variedad de los restaurantes, esos espacios donde efectivamente el mundo joven acude con insólita frecuencia y cuyo disfrute pertenece de pleno derecho a los entretenimientos de esta cultura reinante que atiende, en sus acortados tiempos libres, a las benditas sensaciones del cuerpo y no a los enrevesados ejercicios que a menudo exige la degustación mental.

Como dize Aristótiles, cosa es verdadera,
el mundo por dos cosas trabaja: la primera,
por aver mantenení§ia; la otra cosa era
por aver juntamiento con fenbra plazentera.

Zimm...

Que chorrada, sólo en este foro hay tipos que leen más de 12 libros al año, mezclando ensayo, novela, poesí­a...

Además

Citaren los estrechos itinerarios de transporte público

Será él, el hijoputa, que yo curro a 40 km de casa.
I found it in the street/ At first I did not see/ Lying at my feet/ A trampled rose

Scardanelli

A lo mejor él está pensando en unos ochenta libros de los gí¼enos al año, de esos de letrica apretujada y sin dibujos, leí­dos con tranquilidad, detenimiento y el disfrute de los chorros de aire que una mulata despampanante sopla a través de un tubito para refrescar nuestro escroto.

Y yo sí­ creo que la lectura en condiciones se ha vuelto muy, pero que muy difí­cil. O, mejor dicho, que siempre ha sido un lujo sólo al alcance de los más privilegiados y de los presos.
Como dize Aristótiles, cosa es verdadera,
el mundo por dos cosas trabaja: la primera,
por aver mantenení§ia; la otra cosa era
por aver juntamiento con fenbra plazentera.

NubeBlanca

Cita de: Zimmerman en Abril 28, 2008, 05:42:41 PM
Que chorrada, sólo en este foro hay tipos que leen más de 12 libros al año, mezclando ensayo, novela, poesí­a...

En este foro de desperdicios de la exclusión social.

Scardanelli

Como dize Aristótiles, cosa es verdadera,
el mundo por dos cosas trabaja: la primera,
por aver mantenení§ia; la otra cosa era
por aver juntamiento con fenbra plazentera.

Bilán

#5
El Verdú está mayor, es evidente que en españa se lee ahora mucho más que hace 20 años, por poner fecha. Pero me interesa por que distingue entre dos tipos de lectores, audovisuales y lectores fetén. Otra chorrada,  pero me recuerda  que algo que he leido a Pommier y que creo que nos pas a a lgunos:  de adolescente devoras los libros, pero lees como  huyendo, lees metiendola cabeza e las palabras nuevas porque te es dificil vivir.Y  las palabras  a veces no dejaban nada detrás pero habian cumplido de funcion de sueño.
Ahora apenas leo cuatro  o cinco  paginas al dia, pero leo pensando en la que he leido, si tiene sentido , si se sostiene: eso es cansado y obliga  a elegir a quien se lee, pero la lectura rinde, deja un saber. Yo creo que sí­ hay dos tipos de lecturas, la que te ayuda a huir y la que te fuerza a mirar y a justificar lo leido , y esta segunda  está a punto de desaparecer , eso sí­.  Se lee para no estar.

Pd: lo de que este foro es un reserva de desperdicios de exclusión social es una boutada falsa, bruto  sombrí­o, yo lo veo lleno de integrados.

Pd2: hoy me meto con la lectura, ayer con la música, haciendo amigos..

Scardanelli

Verdú no está tan mayor ni dice tantas chorradas como pensáis. No hace mucho ya dejó escrita en algún artí­culo esa opinión tan incontestable de que hoy en dí­a en España más personas que nunca leen y escriben mucho más de lo que se ha leí­do y escrito jamás en este paí­s. Otra cosa es dónde y qué se escribe, dónde y qué se lee, dónde se teclea “Gracias, chicos, no sabéis cuánto me habéis ayudado al mostrarme que no soy el único nerd al que le chifla ser bañado en esperma” y qué se aprende en “www.Lina_Morgan_lo_deglute_todo.com”. Pero esto â€"la irrupción masiva de escritores-lectores que arrinconan o aplazan el formato “libro” para dejarse la salud ocular en las pantallas- también lo comenté yo alguna vez en alguno de esos hilos recurrentes sobre las crisis modernas y los nuevos apocalipsis, como éste que tenéis a la vista. Así­ que está claro que el muy bastardo me copia estas geniales ideas mí­as, que harí­an a Nietzsche romperse la camisa y hacer entrega de su mostacho a una fábrica de mopas.

De todos modos, lo que a mí­ me interesa discutir (¿A quién trato de engañar? Yo no discuto, imparto graciosamente La Única Doctrina Verdadera) no es si la cantidad de lectores crece o mengua en el mundo libre y depilado; si este año un escritor obeso, con pinta de frotar su paquete en el metro contra el melancólico trasero de los emos, ha batido el récord de ventas con su “El reflejo de la huella de los vapores de tu parrús”, desbancando al manual de autoayuda “¿Quién se ha llevado mi muestra de orina?”; si leen más los chicos licántropos morenos, acosados por los deportistas rubios más populares del "insti", o las chicas patizambas con aparato dental, que tienen un amigo imaginario llamado “Pinky el Sumo Dilatador”, sino si la calidad de la lectura del jodido trabajador asalariado es suficiente para hablar de un “lector competente a la antigua usanza, oseáse, la de las clases altas con cultura y tiempo libre”, o de un "í¼ber-lector", o de un "Super-Ratón de biblioteca"; si los tí­tulos escogidos por la mayorí­a son de los que le hacen a uno un ser distinguible de un tapón de corcho con una cara precariamente pintada o si son más bien de los que se conocen como "absurda quincalla literario-trepanadora"; y si se dan o no, en nuestra vida de españolitos alelados repleta de requirimientos sociales, laborales y masturbatorios, unas mí­nimas condiciones de ocio que hagan posible degustar como Proust manda novelones decimonónicos a lo "Guerra y Paz y Mucho Nombre Ruso" o interminables tratados filosóficos con tí­tulos como "Fenomenologí­a del bicho de la patata”.

No, amigos, no son buenos tiempos para la lí­rica, ni para el tipo de lectura pausada y confortable que no hace tantos siglos inventó, practicó y puso de moda la burguesí­a, ni para las épicas batallas entre furiosos mamuts atómicos montados por ecuatorianos mutantes y gigantescos androides con el rostro de Fernandel. Quizá sí­ sea la época de la historia de la Humanidad más propicia  para abrirse un segundo ano junto al original, pero ésta ya es otra historia, que entra de lleno en el terreno privado y exige un hilo ad hoc con mucho spoiler.
Como dize Aristótiles, cosa es verdadera,
el mundo por dos cosas trabaja: la primera,
por aver mantenení§ia; la otra cosa era
por aver juntamiento con fenbra plazentera.

Agarkala

Todo esto para decir que la cultura de masas de hoy es una puta mierda envuelta en celofán de diseño, tí­o rollero !!!

Scardanelli

Para decir que quizá la lectura, tal y como se entendí­a en el viejo mundo culto, ya no tiene el menor sentido.

Porque carece de espacio (El vagón del metro o la taza del váter no son su espacio).

Y de tiempo (Los trayectos al trabajo o las pausas para el almuerzo o la media hora antes de dormir no son su tiempo).

Ni es necesaria (Se puede ser inculto y "triunfar" socialmente, incluso es preferible ignorarlo todo sobre Homero y César porque esos saberes son conocimientos "de sobras". Y no digo que el cultivo clásico del espí­ritu deba tener esa finalidad utilitaria, ni mucho menos, sino que es un indicio de su absoluta irrelevancia para la marcha de la sociedad, es decir, de su total marginación del proceso democrático-capitalista).

Por lo que quedará a partir de ahora como un pintoresco y anticuado lujo reservado a los privilegiados profesionales de la cultura, como Verdú y como los demás vendedores de productos anacrónicos.
Como dize Aristótiles, cosa es verdadera,
el mundo por dos cosas trabaja: la primera,
por aver mantenení§ia; la otra cosa era
por aver juntamiento con fenbra plazentera.

firmado

Si ser "lector profundo" tiene algo que ver con tragarse relamidas escrituras como las de ese artí­culo, sin lugar a dudas yo sí­ también soy lectora mutante que como la presunta clase de Himenópteros futuros hallaré albergue en el asfalto.

Cerillita

Muchos columnistas modernos, como el arriba citado, deberí­an tatuarse en el dorso de la mano la definición DRAE de 'pedante', para así­ no tener más remedio que leerla a diario. A ver si cala.

Oddball


laura_m

Cita de: Scardanelli en Abril 28, 2008, 05:35:36 PM
Efectivamente, los lectores de Harry Potter y otros best sellers internacionales no abandonan el reino, pero ¿quién puede decir que encarnan al profundo lector? Son lectores mutantes que como la presunta clase de himenópteros futuros hallará albergue en el asfalto. No ya en la fisura del asfalto sino en el mismo piso puesto que esta tipologí­a no alude a un lector convicto, sino al libro de recreo importado de lo audiovisual. Son lectores de letras pero no letrados, siguen la lí­nea de la página pero según los patrones del hilo cinematográfico o del musical.


Ouch!!

anantic


Scardanelli

Cita de: laura_m en Abril 29, 2008, 01:21:40 AM
Cita de: Scardanelli en Abril 28, 2008, 05:35:36 PM
Efectivamente, los lectores de Harry Potter y otros best sellers internacionales no abandonan el reino, pero ¿quién puede decir que encarnan al profundo lector? Son lectores mutantes que como la presunta clase de himenópteros futuros hallará albergue en el asfalto. No ya en la fisura del asfalto sino en el mismo piso puesto que esta tipologí­a no alude a un lector convicto, sino al libro de recreo importado de lo audiovisual. Son lectores de letras pero no letrados, siguen la lí­nea de la página pero según los patrones del hilo cinematográfico o del musical.


Ouch!!

¡Que eso no es mí­o, so mutante!
Como dize Aristótiles, cosa es verdadera,
el mundo por dos cosas trabaja: la primera,
por aver mantenení§ia; la otra cosa era
por aver juntamiento con fenbra plazentera.