FUNCIONARIO: Este hilo es para ti

Iniciado por myeu, Junio 13, 2008, 01:03:30 PM

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olafo

Cita de: javi en Abril 08, 2018, 10:33:32 AM
Yo lo que no termino de entender(os, a Olafo y a ti), es la preocupación con la dichosa LOPD cuando estamos en un país donde las filtraciones y chivatazos están a la orden del día, especialmente en asuntos más delicados que la forma de sacarse un máster por parte de la -entonces- Delegada del Gobierno.

En cuanto al funcionamiento de la universidad, así en general, me cuentan cada cosa que casi es mejor tomárselo todo a broma

Es que es como lo de Al Capone y el delito fiscal. Puedes matar a alguien que no pasa nada. Ahora, como digas un nombre o algún dato de un estudiante, cae la del pulpo. No se a ti pero a nosotros nos están dando la brasa con el tema y nos amenazan con el infierno en la Tierra. Ahora han añadido a todos los correos lo de la confidencialidad de manera automática. Vamos, que si te cuento un chiste por correo electrónico desde mi cuenta institucional es alto secreto y te arriesgas a lo que no estás en los escritos como se te ocurra divulgarlo. Respecto a la Universidad, en fin, los establos de Augias están tan limpios como un quirófano en comparación.

Un saludo

PP2000

#2896
El prestigio enestepaís es más frágil que la vida, esto no es Honduras, que aquí el número de asesinatos per cápita (con arma de fuego) es más bajo que en Finlandia o Suiza (y el de a garrotazos más bajo que el de Italia o Francia, países supuestamente más avanzados en la gestión de los conflictos -ver huelgas salvajes-)... disculpad si me preocupa más que te jodan la vida con un documento oficial descontextualualizado sobre tu condición académica, sexual, política o médica rulando por los guasaps de media españa que una noche oscura de una paliza.

usuario

Cita de: olafo en Abril 08, 2018, 10:00:16 AM

Cita de: m.y.e.u. en Abril 08, 2018, 09:21:08 AM
Más como este son los que hacen falta:
El 'jaque mate' a Cifuentes del profesor P., el mismo que derribó al rector de los plagios





[spoiler]El 'jaque mate' a Cifuentes del profesor P., el mismo que derribó al rector de los plagios
JAVIER NEGRE
17-21 minutos
Fotografía de la mano de un violonchelista con la que el profesor P. se identifica ante sus allegados.
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Militante del PSOE y virtuoso violonchelista, es el garganta profunda de las filtraciones que tienen en la cuerda floja a la presidenta de Madrid

Detrás de las revelaciones sobre el supuesto master, "no está el CNI, no Soraya, ni Ignacio González... sólo yo. Esto no es una operación política", ha dicho

Su sensación, explicó a políticos del PSOE que le llamaron, es haber hecho en 72 horas más por limpiar la Universidad que muchos en 20 años

Rajoy deja el futuro de Cifuentes en manos de la Justicia y el PP pide más "explicaciones"

Toda la verdad primera del escándalo que tiene en la cuerda floja a la presidenta de la Comunidad de Madrid. El garganta profunda de toda la fuga de información es un profesor enfadado, el mismo que ya logró con sus denuncias la caída del rector de los plagios, que ejecuta así su venganza contra la Universidad Rey Juan Carlos. ¿Por qué? Porque en tiempos de Lucía Figar eliminó la titulación de Sociología, en la que él destacaba como enseñante. Anuncia que seguirá en una lucha sin cuartel para limpiar la universidad o destruirla. Es militante del PSOE y virtuoso violonchelista. Anunció a sus alumnos en una clase de periodismo la exclusiva que iba a salir contra Cristina Cifuentes. Aunque prefiere que no trascienda su nombre, él mismo ha dicho al rector que es el origen de todas las filtraciones. Mandaba sus mensajes a sus colegas denunciando los 'chanchullos universitarios' con este emoticono:

Mediados de marzo. Fuenlabrada, Madrid. En un aula de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Rey Juan Carlos un espigado profesor con gafas está impartiendo una clase de Estructura Social Contemporánea. El hombre, de piel blanquecina y perfecta dicción, imparte una lección magistral sobre el significado del poder. Y no sólo abunda en la teoría. También plantea a sus alumnos de Periodismo un ejercicio práctico: que saquen sus móviles para leer la exclusiva que había dado esa mañana eldiario.es sobre el máster de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, que habría obtenido en el centro de forma fraudulenta. «Yo soy la persona que está detrás de todo ello», les dice orgulloso. Toda una exhibición de poder. Los estudiantes le miran incrédulos. Y el maestro, para reivindicarse como el garganta profunda, les adelanta que en pocos minutos podrán ver una nueva noticia sobre el caso. Más poder. Los alumnos aplauden enfervorecidos. Así lo ha relatado él mismo a su entorno.

El profesor, también violonchelista, al que identificaremos sólo con una inicial, P., quería dejar constancia de que él era el director de esa orquesta que empezaba a sonar y que ha puesto en riesgo la carrera política de Cristina Cifuentes. Semanas antes, en un foro online universitario, había escrito a modo de profecía: «Se avecina una hecatombe de proporciones bíblicas». Una tormenta perfecta.

Bien lo sabía el docente. Ya tenía toda la información a su recaudo y sólo era cuestión de ordenar los pantallazos. De administrar los tiempos. De elegir el momento perfecto para cobrarse a su presa. Iniciaba su segunda gran cacería. En la primera se llevó por delante a un rector que terminaría siendo conocido como el rector plagiador.

Anticipó P. en un foro 'online' de universitarios el escándalo por el máster de Cifuentes

¿Por qué desvelaba P. su juego de poder a los alumnos y otros compañeros de Universidad? El profesor anticipó que una vez que estallase el escándalo no tardarían en salir personas colgándose la medalla para medrar en la Rey Juan Carlos o ganar para su partido la Comunidad de Madrid. Un botín inesperado a un año de las autonómicas. De ahí sus esfuerzos sin disimulo por reivindicar su obra. Incluso, según cuenta él, lo hizo ante el rector de la Universidad, Javier Ramos, quien le habría pedido negociar. Después dio la cara ante otros profesores, a los que comenzó a mandarles los links de las informaciones que desacreditaban el máster en Derecho Autonómico de Cifuentes junto a un emoticono de gafas y dientes prominentes. «Es lo que uso siempre para identificarme como el autor de la maldad. En la universidad ya todos saben que he sido yo», ha explicado estos días.

P. quería dejar claro que él había sido quien manejaba el timing y el que había decidido cómo se iba a desarrollar la operación Cifuentes en sintonía con su medio de confianza. Limpiar la universidad era ya su obsesión. Había empapelado su casa con un árbol de decisión: un esquema donde definía cada uno de sus pasos, los distintos escenarios, los posibles movimientos de sus rivales y sus contraataques. Su hoja de ruta para derribar a Cifuentes. «Ni el CNI, ni Atresmedia, ni Paco Marhuenda [también profesor de la URJC], ni Soraya Sáenz de Santamaría, ni Ignacio González han tenido nada que ver. No ha habido fuego amigo. No está Podemos ni el PSOE detrás. No es una operación política. He sido sólo yo. Cuando he dejado todo resuelto, se han sumado otros», ha dicho este militante del PSOE. Pero lo curioso es que su objetivo inicial no era Cifuentes. Y dice que tampoco será el último, pues en esta historia de venganzas, traiciones, mentiras y juegos de tronos universitarios le quedan aún muchas figuras por derribar.

En este relato también hay una fecha oficial. El 24 de julio de 2014. Ese día, la orden 2385/2014 del Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid recoge un cambio interno en la Universidad Rey Juan Carlos firmado por la entonces consejera de Educación, la popular Lucía Figar: la «extinción del grado en Sociología». La noticia no tiene eco mediático. Pero aquel BOCM sería el origen de los males de Cifuentes.

En aquel Boletín Oficial está la razón de ser de la vendetta de P., un profesor de Sociología que entonces se vio apartado de su materia. Según él, por la decisión de la Universidad de falsear los datos de alumnos matriculados para demostrar que el grado apenas tenía demanda. Y todo con el beneplácito de Lucía Figar, a quien P. llegaría a denunciar por prevaricación. Lo cierto es que se quedó sin poder dar su titulación y sus alumnos de Sociología, sin carrera. Él creyó, y aún cree, que la extinción del grado de Sociología fue el castigo de la dirección de la URJC por haber apoyado al candidato perdedor al rectorado. Se refiere al profesor de Estadística, David Ríos, aspirante a dirigir la Universidad que fue derrotado por Fernando Suárez.
Suárez y Cifuentes en el inicio del curso académico 2015/2016. URJC

Suárez había sido nombrado rector en funciones por Pedro González-Trevijano cuando éste accedió al Tribunal Constitucional. Era junio de 2013 y el primer escándalo no tardó en llegar. Justo tres días después de que Suárez convocase elecciones para ser la máxima autoridad de la URJC. Él pensaba que iba a ser un camino de rosas, pero trasciende que había sido imputado por amenazar cuando era vicerrector con «enterrar» al jefe del Departamento de Estadística si apoyaba a David Ríos, que se había presentado contra González-Trevijano. La conversación fue grabada por el profesor y se incorporaría a la querella. Aquella filtración a los medios no impediría que el rector noquease a Ríos. Según varios profesores veteranos de la Rey Juan Carlos, Suárez había tejido tal red clientelar que era invencible. Colocando en el campus a los familiares y amigos de profesores de la Universidad cuyos votos valían más en las elecciones.

En el fragor de aquella batalla sitúa el garganta profunda del caso Cifuentes la decisión de acabar con Sociología por venganza. Dice el profesor que se trató de laminar tanto a Ríos como al profesor de Estadística (redujeron el profesorado de su departamento) y a él mismo (le situaban detrás de las filtraciones a la prensa). «Suárez sabe que cuando me cerró el grado de Sociología por haber apoyado a Ríos él cavó su tumba», ha asegurado P. a su entorno sobre aquellos tiempos.

Detrás de aquella cacería, según su versión, también estaba González-Trevijano, ahora magistrado del Constitucional. El profesor ha dicho de él a su círculo que «sigue controlando esta Universidad corrupta como don Vito Corleone» y que desde que fue rector la utilizó para dar facilidades académicas a personas vinculadas al PP o colocar a sus familiares. Usó, según él, la URJC para medrar en los círculos populares porque quería ser ministro o miembro del Constitucional, como consiguió en 2013. Y ahora, el sociólogo ha explicado a su gente que está seguro de que Trevijano fue quien ayudó a a Cifuentes a obtener su máster de forma irregular en el que se matriculó en 2011 cuando él mandaba. «Es su padrino», ha dicho.

Una vez desaparecido el grado de Sociología, P. empezó su cruzada por destapar la «fosa séptica» de la Rey Juan Carlos. Cayese quien cayese. Por ello, pidió a funcionarios de confianza que luchasen por encontrar irregularidades.

Su sed de venganza era tan palpable que llegó a oídos de una facción del Opus Dei que quería destronar a Suárez, también vinculado a esta corriente religiosa. Suárez se había granjeado enemigos cuando fue nombrado por el ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, director del Anuario de Historia del Derecho sin ser, como regía la tradición, el catedrático más antiguo en el escalafón. También querían acabar con él porque había formado parte del tribunal que negó una plaza en la Complutense a un catedrático de Historia del Derecho con influencia dentro de esa facción. Fue este grupo de poder, según ha dicho P., quien puso al profesor sobre la pista de que Suárez había plagiado varios trabajos académicos. Y éste comenzó a verter señales en un blog del que era administrador. Empieza a dar pistas sobre los escritos que ha podido copiar y anima a otros profesores a colaborar en el striptease de su copy and paste. Se crea el comando Zorro, un grupo de personas que empieza a comparar texto por texto. Y a P. comienzan a llegarle sobres. Con trabajos de Suárez plagiados. El tema comienza a circular por la URJC y aflora en la prensa una semana después de que el rector Suárez hubiese aprobado un sistema antiplagios.

Se abre la veda y P. implica a más medios para que el asunto tenga repercusión nacional. Es cuando aparece una oleada de fusilamientos que demuestran que Suárez había plagiado en 10 de sus publicaciones y que, como desveló Crónica [«El plagio definitivo del rector copión», 24/12/2016], había contado con «un grupo de negros» que le había hecho el trabajo más sucio de reproducir literalmente párrafos de otros autores. Suárez se enroca en su cargo. Sabe que ha tejido tal red clientelar que nadie le va a echar de su cargo y que incluso convocando elecciones podría ganar, dado el mayor valor que tienen las votaciones de los profesores a los que ha brindado privilegios. Sin embargo, P. manda un mediador al consejero de Educación, Rafael Van Grieken, que había sido vicerrector. Eran ya tiempos de Cristina Cifuentes al frente de la Comunidad. Le dice que tenía «24 horas» para deshacerse de Suárez. «Si lo haces puedes poner al rector que quieras porque lo primero es salvar la imagen de la Universidad». Y Van Grieken acepta con el apoyo de Cifuentes, según fuentes universitarias. La Comunidad empuja a Suárez a convocar elecciones y a renunciar a su reelección. A cambio, pactan que su sucesor sea un afín. Suárez elige a Javier Ramos, uno de sus lugartenientes. Ahora son íntimos enemigos.
El 'caso Cifuentes'

Ese relevo pactado en el rectorado de la Rey Juan Carlos está en el origen del escándalo por el máster. El profesor P. siempre creyó que en la decisión de apostar «por la línea continuista» y no por un rector «de consenso y limpio» de cualquier mácula de corrupción» tuvo mucho que ver Cifuentes. «De ahí que el rector Javier Ramos le haya querido echar un cable a Cristina al principio», ha dicho P. Al ver el triunfo del rector Ramos, el profesor de Sociología dio orden a sus colaboradores de que entrasen en los sistemas y rastreasen todos los expedientes de los políticos que se habían sacado el título en la URJC.

Y a principios de este año le llamó uno de ellos anunciando caza mayor. La inmaculada presidenta de la Comunidad. Le informó de que se había sacado el máster en Derecho Autonómico de forma fraudulenta. «Si es verdad me cargo la Comunidad», le dijo el profesor que, meticuloso como nadie, le exigió pruebas documentales. Y a los pocos días le apareció con un pantallazo con datos de la intranet del centro que avalaba su hipótesis. Pero quería más. Necesitaba más pruebas, consciente de que si iba a disparar contra un elefante necesitaría munición de mayor calibre, y con la sospecha de que el engranaje de la URJC iba a defender a Cifuentes. Y le trajeron tres pantallazos más. Definitivos para tumbarla a su juicio.

Era cuestión de elaborar un planning sobre cómo y cuándo sacar la información. Decidió lanzarla cuando vio cómo Cifuentes se retrataba ante la comisión de investigación de la financiación irregular del PP como una política honesta. Le enervó tanto que no pudo aguantar más. El primer tiro contra Cifuentes fue difundir ese pantallazo que demostraba que le cambiaron dos notas de «No presentado» a «Notable» tres años después de matricularse en 2011 y sin mediar nueva matrícula. Lo hizo una funcionaria que no trabajaba en el servicio de posgrado ni en el mismo campus donde se impartía. Cuando la información fue publicada, P. reivindicó su autoría ante el rector, quien, según el relato del profesor, le ofreció negociar. No aceptó. «No tengo ninguna novia ni ningún hijo tonto a quien colocar», dijo.

"Ya no tengo más material contra Cristina... Ahora toca a los partidos hacer su trabajo"

También avisó de que todo iba en serio a su amigo Enrique Álvarez Conde, el director del máster que se ofreció a dar la cara por Cifuentes. Pero éste no le creyó y aceptó comparecer en una rueda de prensa pactada con la parte afectada defendiendo la honorabilidad de Cifuentes. Los responsables de la Universidad lo achacaron a una «mala transcripción en la introducción de las notas». A un error informático. Y ni rastro de su trabajo fin de máster.

Tras la rueda de prensa, P. telefoneó a Álvarez Conde avisándole de que al día siguiente tenía munición que les dejaría en ridículo. «Me ha dicho el rector que tú no puedes tener nada que contradiga nuestra versión», le dijo el director del máster. «Si quieres te mando los documentos originales antes de publicarlos», le desafió el profesor. Desconocía que su amigo tenía varios pantallazos que demostraban que Cifuentes cuatro meses después de «aprobarlo todo» en noviembre de 2012, según su versión, pagó 6,11 euros para poder presentar y defender el Trabajo Fin de Máster (TFM) que teóricamente ya tenía aprobado con un notable. Álvarez Conde entró en pánico. «¡Joder, he hecho el gilipollas!», le dijo a P.

Y después ya empezó a tocar el resto de integrantes de la orquesta. El Titanic cifuentino hacía agua. Y se abrían nuevos frentes: los partidos exigían responsabilidades, compañeros de máster de Cifuentes aireaban que nunca habían visto en clase a la entonces delegada del Gobierno en Madrid... También aparecieron una serie de informaciones que permitían sospechar por qué la Universidad estaba protegiendo a Cifuentes. «El profesor del máster falsificado de Cifuentes fue colocado por el PP»; «El director del máster de Cifuentes fue alto cargo de Rajoy» y «La universidad que regaló un máster a Cifuentes contrató como profesora a su hermana de manera ilegal» fueron algunos de los titulares publicados.

Al profesor se le acercaron emisarios del PP, de Podemos y del PSOE, por orden de Pedro Sánchez. Unos para informarse, otros para sacar rédito político. A los socialistas les transmitió que él podía tener carné (se afilió con la llegada de Sánchez a Ferraz en 2014, al cual ha defendido en las últimas primarias socialistas frente a Susana Díaz), pero que también había corruptos socialistas en el campus. Por eso, ha asegurado que tiene preparada su carta de baja, aunque el PSOE le ha pedido que aguante. También les dijo que era partidario de una moción de censura pero manteniendo a un político popular. Y les reprochó que él había hecho «más en 72 horas por limpiar la URJC que ellos en 20 años».

A pesar de las evidencias, Cifuentes se aferró al sillón. En la mañana de su comparecencia, El Confidencial se sumó a la causa explicando que el documento que utilizó la presidenta para tratar de demostrar que completó su máster fue fabricado unas horas después de que estallara el escándalo y que dos de las firmas de las tres profesoras que figuran en la supuesta acta del tribunal del TFM fueron falsificadas. «Alguna de las firmantes del acta falsa acabará cantando por consejo de su abogado para evitar el delito de falsedad documental», pronosticó P.

Su profecía se cumplió un día después de que Cifuentes insistiese en su honorabilidad en la Asamblea de Madrid. Una de las profesoras dijo que no había firmado esa acta. Era el aparente fin de Cifuentes. Pero la presidenta decidió resistir. «He demostrado que con tres pantallazos se puede hundir una Comunidad. Ya he conseguido acreditar que todo es un chanchullo y que debe dimitir. Ya no tengo más material contra Cristina...Ahora toca a los partidos hacer su trabajo. Yo ya lo he dejado todo acreditado, todo resuelto», dijo P. el pasado miércoles. El PSOE ya ha activado la maquinaria.

"Se avecina una hecatombe de dimensiones bíblicas"

Mientras tanto, P. amenaza con seguir levantando alfombras en la URJC donde, según su entorno, existe un sistema para falsificar TFM. «El registro de entrada está en la red; ellos quitan internet, cambian la fecha del ordenador, reactivan internet y ponen la fecha que necesitan en el documento», aseguran desde la URJC. El sociólogo también quiere destapar a otros políticos. Cambiar al rector y si no, que cierren la URJC. «Fraccionarla por campus y adscribirlos a otras universidades, pero eso dependería de la Comunidad». También quiere desmontar toda la red clientelar ideada por Trevijano, acabar con los profesores corruptos («en esta historia, los que han ayudado a Cifuentes desde dentro de la Universidad son más corruptos que ella») y sobrevivir a la caza de brujas que les espera a él y a sus colaboradores. Una orquesta que promete no dejar de sonar.

El viernes, el profesor P. lanzaba a sus conocidos un último mensaje: "Mi trabajo en este asunto ya ha terminado. Jaque mate. En poco tiempo..."

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Me temo que no. Justicieros no se necesitan en la Universidad. Se necesita otra cosa: profesionales (a ser posible con sentido de servicio público). Lo primero sería cambiar el sistema de elección del Rector y pasar a hacerlo por procesos competitivos públicos. Buscar a uno que sepa gestionar de verdad. A partir de ahí, empezar a eliminar el funcionariado entre el profesorado y pasar a contratos mutianuales con valoraciones objetivas (no encuestas ni coñas marineras) para la renovación. Por último, eliminar el concepto de que la Universidad es una agencia de colocación y volver a situar el foco en el desarrollo de grados que tengan como objetivo formar y no el mercado del momento actual (a ser posible, racionalizando la distribución en España de tal forma que haya un mejor reparto de la población universitaria entre las distintas regiones). Evidentemente en el tema de los másteres deberían desaparecer alrededor de la mitad (como mínimo). La ANECA necesita una revisión profunda de qué cuernos es y para que sirve porque a día de hoy la impresión es que de "calidad" tiene poco.

La segunda parte sería la eliminación del concepto tribal de Departamento para situarlo en su contexto real: figura administrativa lo suficientemente flexible que elimine la posibilidad de montar un chiringuito eterno. No estaría mal sacar el puesto de director a concurso y limitar el contrato a seis u ocho años como máximo. Evidentemente la comisión evaluadora tendría que ser independiente (lo que supone un problema más gordo de lo que parece).

Actualmente la Universidad española tiene una estructura y un funcionamiento equiparable al sistema feudal (con sus pernadas, siervos, caballeros, condes,...). Eso solo se cambia haciendo que se actualice al menos al siglo XIX. Luego, una vez estabilizado el cambio, se puede plantear traerla al siglo XXI. Pero vamos, que no se va a cambiar ni un bolígrafo de sitio porque el afán de cambio es mientras estás fastidiado, cuando te "colocas" ya todo el mundo se hace al sistema y no quiere mover nada.

Por cierto, si lo que se relata es verdad el profesor P. tiene un problema importante con la ley de protección de datos.

Un saludo
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La motivación es cierto que no es la ideal, que es lo que tú expones. Pero oye, que no sea muy limpio el motivo de encender el ventilador de mierda tampoco va a ser muy reprobable  ;D

Dionisio Aerofagita

Cita de: m.y.e.u. en Abril 08, 2018, 04:36:27 PM
La motivación es cierto que no es la ideal, que es lo que tú expones. Pero oye, que no sea muy limpio el motivo de encender el ventilador de mierda tampoco va a ser muy reprobable  ;D

Yo no sé realmente lo que pasa ahí, pero tal como nos cuentan el relato, da la impresión de que ese señor entra de lleno en los mismos juegos de poder, conspiraciones, castigos, alianzas, cábalas y politiqueos que pretende denunciar. En cierto modo es más de lo mismo. Tú me quitas un grado, yo me cabreo, me alío con unos del opus que odian al rector y buscamos trapos sucios contra él hasta que conseguimos hundirlo (con toda justicia, eso sí); luego empiezo a buscar trapos sucios de políticos y que confabulo con gente que tenga acceso a los expedientes privados para ver a quién podemos enmarronar que sea muy sonado y, joder, la propia Cifuentes. Y luego me presento como regenerador y blabla. Es lo mismo que denuncian: tú me tocas los cojones, pues caes en desgracia.

Yo no estoy completamente de acuerdo con las medidas concretas que propone Olafo. Pero sí con el espíritu. Lo que hace falta no son tíos con ansia de venganza buscando trapos sucios en expedientes privados. A lo que hay que dedicarse es a trabajar, es decir, a la docencia, a la investigación y a gestionar todo decentemente.

Pero sí, cuando salen a la luz estas cosas, yo creo que hay un efecto positivo general de que la gente que pensaba que podía hacer lo que le diera la gana con total impunidad se vaya cortando un poco.
Que no sean muchas tus palabras, porque los sueños vienen de la multitud de ocupaciones y las palabras necias, de hablar demasiado.

yonnon

desde el momento que se destruye la reputación del que disiente, se cierra la boca al que tiene otra opinión, se censuran las voces disonantes y se instaura un relato único, desde ese momento ya no es ciencia, es propaganda.

usuario

Cita de: yonnon en Mayo 09, 2019, 09:48:54 AM
https://www.elconfidencial.com/espana/2019-05-09/tribunal-constitucional-jaime-nicolas-acoso-laboral-funcionarios_1990106/

Cuando cambia el color del Gobierno, es un clásico que altos funcionarios que han ocupado cargos de confianza se vean arrumbados en los pasillos, a menudo durante meses en sus casas sin destino. En la Administración es un clásico el telegrama con el que cesó de embajador en 2012 Juan Pablo de Laiglesia, hoy secretario de Estado para América Latina. "Con fecha de hoy ceso en mi cargo de Embajador Representante Permanente de España ante Naciones Unidas para incorporarme a mi nuevo destino en el pasillo, aunque, como V. E. sabe, hubiera preferido ventanilla". El Constitucional acaba de obligar a que todos los funcionarios estén en la ventanilla.

javi

Running is life. Anything before or after is just waiting

Son of a beach

Cita de: javi en Mayo 09, 2023, 11:26:27 AMLos ingenieros y las licitaciones:

https://threadreaderapp.com/thread/1655696563912552449.html



Joder que chapa, con razón les limitan luego la memoria técnica a 50 páginas.
los niggas de guetto son bastante parecidos a los gitanos, que ninguno es comunista porque en la bandera salen herramientas.

defedef232

y el tamaño de letra, solo nos queda el interlineado para escribir nuestra tesina


un (pt) sueco, con más mili que la polla del cid, suelta después de dar la chapa media hora explicando la mía: "vaya, es tu bebé?, no?"... y es que razón tenía, respuesta mía: "si, me he dejado las putos cuernos para prepararla"... "los caídos por fuego amigo ya como que me dan igual" (esto dudo que se entendiera)
Quitame la mierda, haz favor (con esos ojillos tan bonitos que a Pavel Ahla` le'jha daado)

Baku

Felicitadme, desde ya formo parte de los parásitos improductivos que viven de vuestros impuestos mientras se tocan los huevos y descuentan días a la espera de su jubilación.
It's very difficult todo esto.

javi

Running is life. Anything before or after is just waiting

Dan


Baku

It's very difficult todo esto.

Afirmacionista

Cita de: Baku en Noviembre 26, 2023, 05:22:49 PMFelicitadme, desde ya formo parte de los parásitos improductivos que viven de vuestros impuestos mientras se tocan los huevos y descuentan días a la espera de su jubilación.

¿Dejas de ser FI para ser FU? Felicidades, hombre.
Sancta Lejia, ora pro nobis.

defedef232

Cita de: Baku en Noviembre 26, 2023, 05:22:49 PMFelicitadme, desde ya formo parte de los parásitos improductivos que viven de vuestros impuestos mientras se tocan los huevos y descuentan días a la espera de su jubilación.

entre ateos el suicidio altruista debería ser una opción
Quitame la mierda, haz favor (con esos ojillos tan bonitos que a Pavel Ahla` le'jha daado)